EN ESA PANDEMIA SE APLAUDE A LOS CURADOS EN LA DEL SIDA SE LES REHUÍA Y ESCONDÍA

Emociona ver en los medios los aplausos, tanto a los pacientes recuperados, como al personal sanitario que les atiende. Ver cariño que reciben los afectados del COVID-19 y trae a memoria los momentos más duros de la pandemia del VIH delos años 80 y 90, una pandemia ocultada que tuvo un impacto demoledor entre la juventud.

Cada día teníamos un funeral de algún conocido casi a hurtadillas por el estigma de la enfermedad.

Mientras el contagio del VIH se producía por relaciones sexuales de riesgo, por la utilización de jeringuillas usadas y, al principio, por transfusiones de sangre, el COVID-19 se transmite por cercanía a través de la boca, los ojos, la nariz y los oídos.

Aunque los dos son pandemias y coinciden en que la transmisión es muy rápida, la diferencia entre ellas es abismal. En esa se abraza y se besa, aunque sea digitalmente, mientras  los pacientes de SIDA se les rehuya y escondía. Sin embargo, el patrón es el mismo: miedo al contagio, a lo desconocido, a morir.

Es impresionante la forma con que llega a la población informaciones sobre el virus. La rapidez y la cantidad de informes diarios, el acceso a los datos a todos y por todos los medios. Con el SIDA apenas revistas científicas, existiera la normalidad que hay en explicar, que fuera portada diaria en los periódicos. Aunque la comunidad científica sí se volcó para buscar soluciones.

Población de Riesgo: Se hablaba de grupos marginales: homosexuales y heroinómanos, y ahora se habla de personas, sean sanitarios, mayores o asmáticos. Lo cierto es que todos somos susceptibles de estar infectados de alguno de esos virus. Ahora las guías y pautas dadas desde Sanidad las recogen bien los medios para que nadie se confíe, como no se hizo con el SIDA entre quienes se creían inmunes por no pertenecer a los grupos marginales y vivían su confinamiento hospitalario en silencio.

¡Imagínate un paciente de esa pandemia ocultar que lo padece! Son privilegiados por poder decir y pedir ayuda, algo que no pudieron hacer la mayoría de los afectados por el VIH. Otra es el estigma que padecían los profesionales que atendían a esas personas. Enfermeras que se iban corriendo luego que se marchaba el doctor, para no ¨contagiarse¨.

Ahora no le dan abrazos a los sanitarios, porque no pueden, pero los aplausos llegan al alma. Ojalá los pacientes de SIDA hubieran tenido ese momento de cariño. Se tiende a olvidar lo que pasó pero fue una tragedia de mucho más dimensiones. El conocimiento científico sobre el virus es enorme por el poco tiempo de su existencia y no existe el estigma y la discriminación de la propia sanidad. Los investigadores que trabajaban con las moléculas de VIH estaban apartadas del resto. Incluso cuando comían. No se sabía nada del virus que se infectaba más que por sexo. Entre 1984 a 1989 se perdió un tiempo de oro en desconocimiento.

SIDA : NECESITAMOS PESQUISAS. NO HISTERIA
1984

LAS VICTIMAS COLATERALES DEL COVID-19

El súbito aumento de los casos en República Dominicana, la escalada de la curva que el gobierno trata de aplanar, ha llevado a priorizar la batalla contra el desconocido Covid-19 y derivar o aplazar intervenciones o atenciones en el país para no saturar los hospitales o poner en riesgo a pacientes vulnerables.

«Las unidades de cuidados intensivos de pequeños hospitales se están convirtiendo en unidades de cuidados intensivos del Covid-19 para que los grandes centros puedan respirar»,

Los médicos evalúan caso por caso, teniendo en cuenta los riesgos para el paciente y las circunstancias del centro en cuestión. En algunos, ahora mismo, la prioridad es conseguir material de primera necesidad para prevenir contagios entre pacientes o entre los propios sanitarios.

Respecto a las edades de las víctimas, se puede decir que el Covid-19 no respeta ningún grupo etario, aunque la mayoría de las muertes se concentran por encima de los 50 años. 

Los profesionales médicos, a quienes la sociedad aplaude a diario, siguen sumando bajas por Coronavirus. La tasa de infección afectados por la pandemia en este grupo es preocupante afectados por la pandemia, según la Agencia Efe.

La desolación es total cuando ven a los enfermos de Covid-19 y otras personas en situaciones graves -como pacientes oncólogos críticos, que sufren de diabetes, que necesitan diálisis, VIH positivos, niños y jóvenes con enfermedades congénitas-, en total soledad, aislados forzosamente de todo y todos.

Una de las cosas más traumáticas de este periodo que nos ha tocado vivir,  es el hecho de que los vínculos familiares se hayan puesto en una situación extrema. Nos  enfrentamos a un gran dilema a diario: cómo ayudar a familiares en la lejanía, arriesgándonos a no volver a verles nunca más. Incluso a no poder darles el último adiós. En todo el globo terrestre personas han sido imposibilitadas de despedirse de sus muertos…  «Esto es terrible».

En esa circunstancia, una pregunta se repite en todas las conversaciones: ¿cuándo acabará todo eso? Y, sobre todo, ¿cuándo podré volver a abrazar a mis familiares?

Hasta ahora la gente está respondiendo de una manera muy importante. La actitud dominicana es muy abierta, muy de contacto social, y lo que propicia esta situación es totalmente lo contrario: la peligrosidad del contacto.

Lo previsible es que se resienta de forma importante en las próximas semanas, particularmente en las áreas más afectadas donde las unidades de cuidados intensivos de los hospitales están saturadas por el número de pacientes críticos afectados por el Covid-19 que tienen que asistir.Los médicos no tienen material, no tienen mascarillas, no tienen guantes, no tienen medicamentos, no tienen nada. Están trabajando prácticamente con las cosas que poden encontrar.

Están viviendo la situación más difícil de sus vidas. Ya tiene que decidir de manera NO Oficial, quien vive y quien no. Eso no les enseñaron en la Universidad. Les enseñaron a salvar vidas, pero no a eligir cuales. Efectos colaterales que perdurarán para siempre en sus memorias.

Desde la comunidad médica, cada vez se escuchan más voces de alarma y preocupación, ante una crisis que les desborda. La complicada situación a la que se enfrentan a diario entre las dudas sobre el virus y la falta de equipos, y los riesgos al tratar a pacientes con Covid-19 y otros que no lo tienen, pero podrían contagiarse.

¡NO HUBIERA PARADA DEL ORGULLO GAY SINO FUERA POR LAS TRANS!

Los disturbios de Stonewall fueron una serie de violentos conflictos entre los agentes de policía de la ciudad de Nueva York y grupos de gays, lesbianas y trans, que se inició durante la madrugada del 28 de junio de 1969, y duró varios días. Se consideran como uno de los eventos más trascendentales de la historia del movimiento de liberación gay, lesbico, trans. La lenta pero consistente apertura social hacia la aceptación y mejor entendimiento de la diversidad sexual que podemos comenzar a ver hoy tiene su origen, en gran medida, en una calurosa noche de verano del año 1969, cuando un grupo de gays, lesbianas, travestis, drag queens y transgéneros decidieron dejar de ser víctimas y empezar a luchar por sus derechos.

 Antes de 1965, la policía con frecuencia registraba la identidad de todos los presentes en la redada, y en ocasiones proporcionaba la información a los diarios para su publicación. Además utilizaba cualquier justificacion conveniente para hacer los arrestos bajo cargos de indecencia, incluyendo besos, estar tomados de la mano, estar vestido “con ropas del sexo opuesto”, e incluso el mero hecho de estar en el bar al momento de la redada.

 John D’Emilio, un destacado historiador, señala que la ciudad estaba en medio de una campaña de la alcaldía y John Lindsay, que iba perdiendo, tenía motivos para pedir una limpieza de la ciudad, en especial los bares. Así convirtió al Stonewall Inn en un blanco fácil porque funcionaba sin licencia de licores, y ofrecía “muchachos escasamente vestidos como entretenimiento e interpuso un elemento no regulado a Sheridan Square”.

El Stonewall Inn era frecuentado principalmente por hispanos, negros, los varones homosexuales, lesbianas y muchos eran trans o drag queens.

•  el Precinto Seis de la policía avisaba al gerente de Stonewall antes de una redada. 
• las redadas eran realizadas en general a primera hora de la noche, con antelación suficiente para permitir que el bar vuelva al normal funcionamiento para las horas pico de la noche

El sábado 28 de junio de 1969 por la mañana, poco después de 1:20 horas, la policía irrumpió en el Stonewall Inn, en bar gay del Greenwich Village. 

Mucho más tarde de lo habitual, ocho oficiales del Primer Recinto, de los cuales sólo uno estaba de uniforme, entraron en el bar. Una vez allí anunciaron que iban a detener a las personas que “estuvieran sin identificación, vestidas con la ropa del sexo opuesto, y a algunos o todos los empleados”.

 Entre los abusos que cometía la policía estaba el conocido como “gayola”, que consistía en el cobro de dinero a los dueños y clientes de los establecimientos gays para asegurarles no ser intervenidos. El establecimiento que se negaba a pagar, era intervenido y sus clientes arrestados y sometidos a toda clase de registros indignantes y abusivos.

La policía entró al “Stonewall Inn”, cerró las puertas y mantuvo a todos los clientes dentro del negocio hasta que decidieran lo que iban a hacer. Alrededor de quince minutos más tarde, la policía anunció que dejarían salir a todos aquellos clientes que tuvieran identificación. Los que no presentaron identificación y todas las travestís fueron arrestados. Mientras tanto, ya la voz se había corrido de que “Stonewall Inn” estaba siendo intervenido y una muchedumbre se había arremolinado a las afueras del local.

Según iban liberando a los clientes, la multitud los aplaudía a las afuera y los ánimos empezaron a caldearse. Para ese momento, ya se habían congregado más de 400 personas. Pero lo que detonó la violencia fue el momento en que tres travestis fueron arrestadas y metidas en la patrulla de la policía, junto con el bartender y el dueño. Una de las travestis se bajó de la patrulla y un policía la golpeó y la subió por la fuerza nuevamente. Ahí fue cuando la multitud comenzó a quejarse de que se estaba cometiendo brutalidad policíaca y empezaron a insultar a los policías.

La gente comenzó a tirar monedas a la policía en abierta referencia a la “gayola” y como forma de insultarlos. Pero cuando se terminaron las monedas, empezaron a lanzar botellas, latas, piedras y toda clase de objetos. El inspector Pine y sus hombres se refugiaron nuevamente dentro del bar. Una vez dentro, comenzaron a destrozarlo y a golpear a mansalva al resto de los clientes que quedaban dentro, incluyendo a un cantante heterosexual. La gente destrozó las ventanas del local desde afuera para ganar acceso al interior, donde se encontraba la policía. Alguien empezó a rociar líquido de encendedores para quemar la barra con la policía dentro. Otros arrancaron los parquímetros y comenzaron a usarlos de proyectiles. El grito de lucha era: “Gay power!”.

El inspector Pine ya tenía pensado dar la orden para disparar contra la muchedumbre, cuando escuchó las sirenas de los refuerzos. La Unidad de Operaciones Tácticas, un escuadrón antimotines de control formado originalmente para contrarrestar a los manifestantes contra la guerra de Vietnam, entró en acción y logró inicialmente controlar a la masa de gente. Sin embargo, y contrario a lo que esperaban, la muchedumbre comenzó a reorganizarse a las espaldas de los agentes de operaciones tácticas y los enfrentaron lanzándoles toda clase de objetos. La patrulla de la fuerza táctica llegó para dispersar a la multitud, pero fallaron en dividir a la muchedumbre que logró mantener la resistencia.

Finalmente la escena se fue aquientando, en la primera noche trece personas fueron detenidas y cuatro agentes de policía, así como un número indeterminado de manifestantes, resultaron heridos. Se sabe, sin embargo, que por lo menos dos manifestantes fueron golpeados brutalmente por la policía, y que la multitud estimada en más de 2000 personas luchó contra más de 400 agentes de policía.

Legado

Las fuerzas que estaban latentes antes de los disturbios eran ahora visibles. La idea de comunidad creada por las organizaciones homosexuales en las dos décadas anteriores formó el entorno perfecto para la creación del Movimiento de Liberación Gay. A finales de julio el Frente de Liberación Gay (GLF) se formó en Nueva York y para fin de año se lo podía encontrar en las ciudades y universidades de todo el país. Organizaciones similares fueron creadas en todo el mundo, incluyendo Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Holanda, Australia y Nueva Zelanda.

Al año siguiente, en la conmemoración de Stonewall Riots, el GLF organizó una marcha de Greenwich Village a Central Park. Entre 5000 y 10000 hombres y mujeres asistieron a la marcha. Muchas marcha del orgullo eligieron el mes de junio para celebrar sus desfil, las principales ciudades estadounidenses como Nueva York, Chicago, Houston, San Francisco, Seattle , Minneapolis y Columbus, así como otras ciudades como Toronto, eligieron el último domingo de junio, en honor de Stonewall, para llevar a cabo las celebraciones del orgullo.

El real Stonewall Inn estubo vacante y cerrado durante la mayoría de las años desde 1970 a 1980. Se volvió a abrir después de su primera renovación a principios de 1990. Una segunda renovación a fines del decenio de 1990 trajo nuevas en multitudes a su nuevo diseño. El club se mantuvo popular hasta que la gestión perdió su contrato de alquiler en 2006. La nueva gestión reabrió la última versión de Stonewall en febrero de 2007.

En 2006, en el aniversario de los disturbios de Stonewall, Islandia aprobó una ley de concesión de las parejas del mismo sexo derechos legales iguales a los de las parejas heterosexuales.

Además, las autoridades dejaron de ver a la comunidad homosexual como un grupo de seres marginados, y se dieron cuenta de que eran un grupo sólido y unido que podían hablar con una sola voz y hacerse escuchar. Las políticas gubernamentales de la ciudad de Nueva York, relacionadas con intervenciones policíacas en establecimientos homosexuales, fueron revisadas y enmendadas para lograr un trato más igualitario.

También el activismo de los homosexuales a nivel mundial cobró fuerza y surgieron más organizaciones enfocadas a la lucha por los derechos de gays, lesbianas y trans. Muchas de esas nuevas organizaciones aún están muy activas en la lucha por las causas de la comunidad.

Ciertamente, los motines de “Stonewall” marcaron el momento histórico en que gays, lesbianas y trans hicieron algo más que “salir del closet”. En esta ocasión salieron de años de silencio e hicieron escuchar su voz y su fuerza.

Como Hacer La Transición de Mujer a Hombre Transgénero

Cómo hacer la transición de mujer a hombre (transgénero)

Este artículo es una guía general para aquellas personas que fueron señaladas como mujeres al nacer pero se identifican a sí mismas como hombres. No necesitas hacer completamente la transición física: está perfectamente bien detenerte en cualquier fase con la que te sientas cómoda. Siempre puedes hacer la transición más adelante si así lo decides, pero la mayor parte del tiempo no puedes volver atrás.

Pasos

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   Acéptate a ti misma. La primera parte más importante de tu transición será aceptar lo que eres. Esto es algo que podrías haber sabido toda tu vida o haber descubierto recientemente. Tómate mucho tiempo para pensar en todo, investiga un poco, deja salir tus emociones, lo que sea que necesites hacer. Ten en cuenta que no estás sola; hay muchas personas que son transgénero (también conocido como disforia de género).
   

   • Intenta encontrar un grupo de apoyo seguro en tu localidad para que puedas conocer a otras personas como tú, escuchar sus historias, recopilar más información, hacer preguntas y llegar a un acuerdo contigo misma.
   • Intenta averiguar lo que necesitas hacer para estar tranquila. Algunas personas transgénero están perfectamente contentas vistiendo los estilos de ropa del género con el que se identifican y algunas necesitan que las traten como hombres, mientras que otras prefieren que las traten de manera neutral. Otras sienten la necesidad de hacer más con su cuerpo para que las perciban correctamente y para aceptarse frente al espejo, así que se someten a una terapia hormonal (se aplican testosterona en inyección, en gel o en crema). Algunas personas transgénero tienen una disforia tan intensa que necesitan hacer la transición por completo, lo que incluye todo lo anterior además de una cirugía (tanto en la parte superior como en la inferior). Recuerda que no necesitas tomar ninguna decisión de inmediato; de hecho, tendrás un largo camino que recorrer. Muchas personas se frustran por lo lento del proceso (las hormonas necesitan desde meses hasta años para surtir efecto, la barba podría no crecer por completo, algunos países podrían no cubrir las cirugías dentro del seguro médico haciendo que sean demasiado costosas, etc.).
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   Sal del clóset. No existe un momento “correcto” para salir del clóset ante los demás revelándote como una persona transgénero y no necesariamente debe estar en segundo lugar dentro de tu lista para hacer la transición. Sin embargo, es algo muy importante y cuidadoso que deberás hacer. Este será un proceso muy largo para ti y un camino difícil de recorrer. Necesitarás un sistema de apoyo y a personas que estén a tu lado, especialmente tu familia. Ten cuidado de no apresurar a tu familia y amigos para que te traten como un hombre, ya que ellos te han conocido durante mucho tiempo como una mujer y les resultará difícil hacerlo.
   

   • Probablemente sea mejor contárselo primero a un amigo realmente cercano o a tus padres (especialmente tus padres en caso de que vivas con ellos). Las cartas son una opción perfecta si no eres buena para hablarlo o no sabes qué decir. Sé discreta y no los apresures. Deja que piensen en ello y trata de no ofenderte si necesitan alejarse, llorar o hacer algo inesperado. Incluso si te atacan, recuerda que has lidiado y pensado en esto durante mucho tiempo, y podría ser la primera vez que ellos lo escuchan.
   • Puedes probar la actitud de tu familia acerca del tema al hablar de un caso de personas transgénero en las noticias. Busca una historia interesante como la del “hombre embarazado” y comienza un debate con tu familia. Averigua cómo reaccionan ante el tema antes revelarles tu orientación sexual, sobre todo si aún eres menor de edad. En algunas familias podría existir el riesgo de recurrir a la violencia física. No se los cuentes a menos que sientas que es físicamente seguro y ten una alternativa “de emergencia” en caso de que la situación se torne violenta
   • La mayoría de personas tendrán muchas preguntas (sobre todo tu familia). Mantente informada. Ten en cuenta lo que debes hacer después y conoce las opciones que tienes para lidiar con tu situación. Sé paciente con sus preguntas y no los molestes con las cosas obvias que digan. No reflejes indecisión ni aparentes estar segura de cuáles son tus planes. Esto se debe a que podrían tomarlo como una señal de que en verdad no has reflexionado sobre el tema o de que pueden hacerte cambiar de parecer. Es posible que te den cualquier ejemplo que indique que tu actitud (como sentirte incómoda en todos los grupos femeninos, querer ser musculosa o quizás soñar con ser un futbolista famoso de niño) es algo que le sucede a muchas chicas, como una forma de intentar demostrarte que estás en un error. Esto es algo muy difícil de comprender para ellos ya que son cisgénero y no tienen idea de las miles de razones que tienes ni posiblemente puedan explicárselo completamente, tal como cualquier hombre que no puede explicarle a una mujer lo que en realidad piensa y siente. Así que intenta mantener la calma y no te enfades ni te frustres con ellos, porque si te hablan sin gritarte, es porque intentan apoyarte y porque te aman, y esa es una buena señal.
   • Existen grupos de apoyo para familias y parejas de personas transgénero en caso de que estén interesados, como el nuestro. También puedes llevarlos a tus reuniones si asistes a alguna que lo permita (consulta primero ya que, por lo general, son confidenciales).
   • Los términos transgénero y gay a menudo se confunden o se entrelazan y al divulgar tu orientación sexual podrías generar confusión. Recuerda que el término transgénero se refiere a la identidad de género de una persona. Una persona transgénero puede tener la misma orientación sexual de una persona cisgénero: gay, heterosexual, bisexual, asexual, etc. La confusión probablemente se encuentre en cómo se “etiqueta” a una persona trans durante su periodo de transición. Así que, como transexual masculino, eres un hombre, lo que significa que necesitarías explicarle a los demás que si te gustan los chicos, eres gay, si te gustan las chicas eres heterosexual, y si te gustan los hombres gais y las mujeres heterosexuales, significa que eres bisexual, pero sin importar con quién quieras salir siempre serás un hombre. Otra razón por la que algunos pueden confundir a los transgénero con los gais podría provenir de los travestis (a los que los medios de comunicación retratan como gais aunque a veces son heterosexuales), de las lesbianas masculinas, quienes en definitiva no son hombres pero visten como ellos, y de los drag queens y drag kings gais (y heterosexuales).
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   Hazte pasar por un hombre. Si aún no lo haces, es probable que pronto quieras comenzar a vestir como un hombre y demostrar en el exterior lo que eres por dentro. Hay algunos lugares en Internet donde se brinda orientación para “comportarse” como un hombre, pero probablemente quieras dejar de actuar y sacar a relucir tu verdadero yo. Algunos de los consejos que las personas transgénero bien intencionadas dan incluyen actuar con rudeza, escupir, usar groserías y palabrotas, abarcar mucho espacio al abrir las piernas incluso si te encuentras en un autobús y fanfarronear. Es probable que la mayoría de los hombres cisgénero a tu alrededor no hagan lo mismo, así que es mejor observar primero las conductas femeninas que has aprendido y que aún sigues manteniendo para poder dejarlas, como el taparte la boca con las manos cuando quieres reírte un poco. Ya no necesitas comportarte como una chica todo el tiempo, así que ahora puedes deshacerte de esos hábitos que aprendiste (ya se siente mucho mejor, ¿no?).
   

   • Sé cuidadosa y sutil con la manera en la que hagas esto. Si das un cambio demasiado repentino en casa antes de contárselo a tus padres, puede asustarlos y dar lugar a periodos de tensión u otras conversaciones incómodas. Hacer esto en la escuela (especialmente en la primaria o secundaria) o en el trabajo podría generar muchos problemas con tus compañeros. Es posible que al principio quieras restringir esta transición en casa o en lugares públicos donde no estés propensa a encontrarte con conocidos. Sin embargo, cuando estés lista para vestir normalmente en la escuela o en el trabajo, hazlo por etapas, como con un corte de cabello andrógino y con ropa varonil, luego usa algunas camisas y pantalones jeans o zapatos de hombre y poco a poco comienza a cortarte más el cabello si así lo deseas. Una transición gradual puede hacerlo más fácil para ti a largo plazo. El tiempo que te tome completarla depende exclusivamente de ti. Ahora eres el hombre a cargo de tu propio destino.
   • Siéntete libre de educar a tus compañeros de clase o de trabajo acerca de lo que es un transgénero para poder sentirte más cómoda en la escuela o en el trabajo con tu nueva apariencia. Una vez más, sé consciente de que, por desgracia, no todos en este mundo serán tan tolerantes como deberían serlo y podrían decir cosas hirientes y falsas, como llamarte lesbiana machona. Vive un día a la vez y, de ser necesario, habla con un grupo de apoyo, aunque sea en línea.
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   Encuentra un terapeuta. Esto es importante por dos razones. La primera: tener una vida en la cual te sientas “atrapada en un cuerpo que no es el tuyo” puede tener muchos efectos perjudiciales en tu mente. Las personas transgénero están altamente relacionadas con la depresión y con los pensamientos suicidas (alrededor del 50 %). Es posible que quieras hablar con alguien para que te ayude con estos problemas y sentimientos. La segunda: antes de que puedas ir más lejos, es posible que necesites un psicólogo que te confirme que realmente eres una persona transgénero y que pueda derivarte con un endocrinólogo para el tema de las hormonas y con cirujanos para el tema de las diferentes cirugías a las que debes someterte. Sin embargo, en algunos lugares ya no es necesario acudir con este especialista debido a los cambios en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en ingles), en donde se retiró a la transexualidad de la lista de enfermedades mentales (ten en cuenta que la homosexualidad fue retirada décadas atrás). En los Estados Unidos, los cirujanos (los legítimos al menos) no realizarán ninguna cirugía de este tipo sin la nota de un médico o psicólogo. ¡Nunca intentes comprar hormonas para incrementar la testosterona en Internet ni lo hagas tú misma! La razón por la que el médico o el psicólogo te enviarán donde un endocrinólogo es para que te tome muestras de sangre y revise tus niveles hormonales actuales. Es esencial que no te receten demasiada testosterona o el cuerpo lo convertirá en estrógeno, lo que termina por invertir tus planes, ¿no es así? Así que si el lugar donde vives te exige acudir donde un psicólogo, hazlo y sé paciente, y si tienes la suerte de vivir en un lugar donde las leyes ya no lo exijan, será más rápido aunque igual de seguro.
   

   • Es mejor encontrar a un cirujano experto en este tipo de cirugías o a un psicólogo que se especialice o a menudo lidie con personas transgénero. Si tienes dificultades para encontrar uno, intenta acudir a grupos de apoyo o investiga en Internet para averiguar a quién recomiendan (y a quien no).
   • La transición es un paso muy serio en la vida y no debes apresurarte. Si ves a un psicólogo, podrías tener que asistir a unas cuantas sesiones para obtener un diagnóstico confirmado y así él pueda seguir trabajando contigo a través del proceso de transición.
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   Elabora un plan. Hay muchos pasos a considerar (entre las hormonas, las cirugías, contárselo a todas las personas con las que trabajas, vives o te relacionas), de modo que tener una guía básica puede ser de mucha ayuda. Puede ayudarte a poner todo en perspectiva, a mantenerte en rumbo, a realizar un seguimiento a los recursos, a tener una lista de nombres de buenos médicos, a planificar cuándo cambiar tu nombre y tus documentos legales (licencia de conducir, pasaporte, certificado de nacimiento, etc.) y a motivarte a presupuestar tu dinero (el cual será una gran cantidad, ya que la mayoría de planes de seguros no cubrirán todo lo que necesitarás, así que ahorra unos cuantos miles de dólares).
   

   • Intenta ser realista. Por mucho que quieras hacer todo esto en un año, en realidad necesitarás más tiempo para completar el proceso. Si tus planes incluyen llevar a cabo una transición completa, una meta realista sería unos cinco años. Esto te da tiempo para organizar cada paso y también se lo da a tu familia, amigos y compañeros de trabajo para que puedan acostumbrarse a la idea. Tu terapeuta puede ayudarte durante el proceso para que decidas qué tan pronto estarás listo para dar cada paso. 
   • Tu terapeuta será la mejor persona a quien puedas pedirle ayuda para elaborar un plan productivo. Él sabe los periodos de tiempo aproximados que debes esperar entre cada paso y probablemente tenga una buena idea de lo que es realista en base a sus experiencias pasadas con otros pacientes. Si no consultas con un terapeuta, recurre a los miembros de un grupo de apoyo transgénero, ya que ellos pueden decirte cuándo realizaron estos pasos.
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   Comienza con una terapia hormonal (opcional). No todos los hombres trans optan por comenzar con una terapia de reemplazo hormonal (TRH) por muchas razones, entre ellas el precio o el hecho de que su cuerpo no puede asimilar la testosterona (sensibilidad androgénica), lo que no los hace menos hombres o transgénero. Los transexuales masculinos tienen mucha suerte cuando se trata de testosterona (también conocida como “T”), ya que modifica considerablemente el cuerpo con el pasar del tiempo a diferencia el estrógeno que usan los transexuales femeninos, el cual es mucho más leve. La testosterona hace que tu cuerpo se vea y se sienta más masculino debido a que:
   

   • Ajusta la distribución de grasa haciendo que esta se mueva de tus caderas, trasero, muslos y (ligeramente) pecho para trasladarse a tu estómago (no perderás grasa, solo se redistribuirá, así que es importante seguir ejercitándote para perder peso).
   • Aumenta la definición muscular (solo si te ejercitas, de lo contrario, no ganarás músculo), ensancha tus hombros y quizás te agranda un poco las manos y los pies (pueden hacerse más anchos debido al crecimiento del cartílago, aunque no hay garantía de eso).
     • El aumento de la definición muscular y del movimiento de grasa generalmente hace que el rostro se haga más cuadrado (si eres menor de 21 años, también podrías desarrollar una manzana de Adán).
     • Los chicos son capaces de perder grasa con mayor rapidez debido a que pueden ganar músculo más fácilmente (lo que quema mucha grasa) y por lo tanto, con el tiempo debes ser capaz de perder un poco de esa grasa en el estómago. Sin embargo, al principio ganarás mucho peso debido a que incrementas tu apetito y a que no podrás perder peso si no te ejercitas. Independientemente de tu género, debes hacer funcionar a tu metabolismo.
     • La mayoría de los transexuales masculinos afirman sentirse mucho más fuertes después de recibir testosterona, e incluso más tranquilos.
   • Aumenta el crecimiento del vello corporal así como el facial (además de la pérdida de pelo en las sientes; a veces desencadena la calvicie propia de los hombres, lo que es irreversible aún si dejas de consumir testosterona).
   • Intensifica tu voz (puede hacer que se quiebre por un tiempo y también podrías perder tu rango vocal si eres cantante).
   • Engrosa tu piel y te hace más tolerante al frío.
   • Modifica tu olor corporal y generalmente te hace sudar más cuando hace calor.
   • La testosterona puede hacerte crecer un poco en caso de que no hayas terminado la pubertad y todavía no hayas completado tu crecimiento.
   • La testosterona también detiene tus periodos generalmente a los 3 meses (dependiendo de la dosis).
   • Es probable que tu deseo sexual aumente, así como tu apetito.
   • Tu clítoris también comenzará a crecer. El clítoris y el pene se originan a partir de las mismas células y la testosterona desencadena su alargamiento. Por lo general, crece de 2 a 5 cm (de 1 a 2 pulgadas).
     • Esto es importante para la metoidioplastía (una de las alternativas para la cirugía genital), la cual emplea el clítoris alargado para formar el pene.
   • Esta es tu segunda pubertad, es decir, si tuviste acné la primera vez, desarrollarás acné o tendrás nuevamente una piel más grasosa (prepárate para usar cremas para los granos).
   • No existe un periodo de tiempo exacto para todo esto, pero tu ciclo menstrual debe cesar definitivamente al cabo de 6 meses. Tu voz llegará a su máxima intensidad entre los 6 meses y el año; lo mismo se aplica para el crecimiento del clítoris.
   • La mayoría de personas comienzan a consumir testosterona mediante inyecciones, pero puedes cambiar a pastillas, a parches, a cremas o a geles. El precio dependerá de la dosis y del método (y del seguro). 
   • Algunos transexuales masculinos optan por someterse a una cirugía de busto antes de comenzar con el tratamiento de testosterona. Esto podría deberse a que seguir teniendo pechos después de comenzar a lucir como hombre puede ser incómodo o embarazoso. También podría deberse a que tus senos son la parte más incómoda de tu cuerpo y la testosterona puede demorar un poco en hacer efecto. En ocasiones, algunas cirugías pueden llegar a ser mejores que el uso de testosterona, pero tu cirujano es quién puede darte más detalles respecto a eso. Otras optan por esperar a ahorrar dinero para la cirugía o a perder peso para que la talla del busto sea más pequeña y puedan elegir un tipo distinto de operación (existen 3 tipos y la talla que tengas determinará el más adecuado para ti).
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   Cambia tu nombre. La mayoría de personas transgénero comenzarán a pedirles a sus amigos y familiares a que las llamen por el nombre masculino que escojan al principio de su transición. Por lo general, para cuando comiences con el tratamiento de testosterona, probablemente sea mejor cambiarte de nombre a medida que empiezas a verte más masculina. Deberás revisar las leyes del lugar donde vives.
   

   • Podría haber un problema si estás en la escuela hasta que legalmente seas un hombre.
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   Sométete a una cirugía. Al igual que con la TRH, no todos los hombres trans eligen someterse a una cirugía. Si te sientes a gusto con la forma en la que se ve tu cuerpo sin ninguna intervención, está igual de bien que si no lo estuvieras. Los cuerpos de los hombres trans vienen en todas las formas y tamaños, al igual que los hombres cisgénero. En realidad existen tres tipos de cirugías a las que puedes someterte para convertirte físicamente en un hombre.
   

   • Cirugía de busto: retira el tejido de los senos y les da un aspecto más masculino. Hay unos cuantos procedimientos diferentes, los cuales dependen del tamaño del busto, de la elasticidad de la piel y de lo que prefieras (p.ej. cicatrización, tiempo de recuperación y riesgos o beneficios). Las tres cirugías principales son:
     • Mastectomía bilateral o Incisión bilateral (si tienes una copa C, D o más grande, está cirugía es tu mejor opción)
     • Mastectomía subcutánea o Keyhole (la mejor para los chicos con apenas un poco de tejido, como los de talla AA)
     • Mastectomía subcutánea o Periareolar (no deja tantas cicatrices como la del tipo Keyhole, pero si el tamaño de tu busto es mayor a B, no puedes someterte a ella)
   • Histerectomía: es la extracción del útero. A menudo va de la mano con la salpingo-ooferectomía bilateral, con la extracción de los ovarios y de las trompas de Falopio.
     • Debido a que la testosterona detiene el ciclo menstrual, algunos creen que aumenta la probabilidad de sufrir de cáncer en los órganos reproductivos, pero esto no ha sido demostrado. Tu médico podría recomendarte someterte a este procedimiento dentro de los primeros 5 años de comenzar el tratamiento con testosterona. Sin embargo, si te sometes a una histerectomía y por alguna razón decides abandonar el tratamiento con testosterona, es posible que necesites tomar pastillas de estrógeno y progesterona para evitar la pérdida ósea.
     • Muchos hombres optan por extraérselos para evitar la vergüenza de ir al ginecólogo.
     • Muchos países o estados exigen la realización de este procedimiento para poder iniciar los trámites legales para el cambio de género.
   • Cirugía genital: consiste en la construcción de los genitales masculinos. Existen dos tipos: la metoidioplastía o la faloplastía .
     • Al mismo tiempo, puedes extender tu uretra para que puedas usar tu pene y orinar de pie. Es posible sellar o extraer la vagina durante este procedimiento en caso de que aún no se haya hecho. Además, si quieres, también pueden implantarte testículos de silicona.
   • Por desgracia, es muy raro que un seguro cubra estos procedimientos, los cuales son considerados como “estéticos”, lo que significa que tú misma eres quien debe costearlos (y son bastante caros). La cirugía de busto suele costar de $5.500 a 7.000, la histerectomía cuesta aproximadamente la misma cantidad y la cirugía genital cuesta entre $5.000 y 20.000 dependiendo del tipo de procedimiento y de las intervenciones adicionales a las que te sometas.
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   Cambia de género legalmente. Una vez más, cada país tiene sus propias leyes concernientes a lo que necesitas hacer para cambiarte oficialmente de género. Casi siempre necesitarás una carta de tu psicólogo o médico en donde se confirme tu verdadero género, que un endocrinólogo confirme que te has sometido a un tratamiento con testosterona y que un cirujano afirme que te has realizado una cirugía de busto y una histerectomía. 
10. Otros lugares pueden solicitar menos requisitos y es poco probable que también exijan una cirugía genital.

Recomiendaciones

• Sé tú misma. Haz lo que te haga sentir más cómoda. Pero siempre ten en cuenta tu seguridad. También sé considerada con tus amigos y familiares, siéntete cómoda mientras respetas su incomodidad o intentos de acostumbrarse a ti.
• Tómate tu tiempo, sobre todo cuando eres joven y puedas pensar que todo esto tiene que suceder de inmediato o no podrás seguir adelante. Sé fuerte, paciente y asegúrate de tomar las decisiones correctas. Habla con todas las personas en quienes puedas confiar. Estas decisiones alteran tu vida y no son algo que dabas apresurar. Algunas personas de la “vieja generación” han vivido todas sus vidas preparándose y al mismo tiempo el mundo también se preparaba para aceptarlas. Algunas han pagado un precio alto (p.ej. adicción, suicidio y cosas peores), pero muchas viven vidas felices, ya sea que hayan realizado la transición física o no. Considera tus opciones y no te aísles.
• Prepárate realmente para hablar acerca de esto. Debes ser capaz de hablar acerca de cómo te sientes, de dar ejemplos de tu vida para que los demás puedan comprender tus sentimientos o ver que esta no es una idea que se te acaba de ocurrir. Lee acerca de los problemas de las personas transgénero para que puedas explicarles a los demás cuál es el siguiente paso y cuáles son tus posibles planes. Piensa en el dinero; probablemente este no sea el momento de pedir apoyo financiero para este asunto, así que quizás debas tener algunas ideas de trabajo en mente.
• Sal del clóset a tu propio ritmo. Cuéntaselo a las personas en quienes confíes cuando te sientas cómoda haciéndolo. Recuérdales a todos a los que se lo cuentes que este es tu asunto personal y no quieres que se lo digan a los demás en tu lugar.
• Elige un buen ambiente para contárselos a las “personas importantes” (como tus padres). Escoge un lugar neutral donde te sientas cómoda y donde cualquiera de los involucrados pueda alejarse e irse. No querrán sentirse arrinconados cuando se los digas, así como tú desearías tener una forma de escapar si las cosas se tornan violentas.

• Ten cuidado con la intolerancia y con algunos que no acepten a las personas transgénero.
• Esta transición es permanente. Las cirugías no pueden revertirse, al menos no de vuelta a tu condición física original. La mayoría de los efectos de la testosterona son permanentes, como el cambio de voz, el vello corporal y facial, y el crecimiento del clítoris. Si aún tienes ovarios, la grasa y los músculos volverán a su estado femenino. El deseo sexual, la grasa de la piel y el olor corporal pueden volver a su estado original. Asegúrate de saber lo que haces y de que realmente quieres esto. Este proceso es algo que tu psicólogo puede ayudarte a alcanzar, pero al final de cuentas se trata de tu decisión. Haz lo que pienses que está bien.
• Haz tu mejor esfuerzo para tomarte las cosas con calma. Deja que las demás personas se acostumbren a ti, sobre todo tu familia.
• Nunca dejes que nadie te presione para tomar hormonas o someterte a la cirugía diciéndote que si no lo haces, no eres un “auténtico trans” o un “hombre de verdad”. Muchos hombres transgénero viven sus vidas perfectamente felices sin hacer alguna de estas cosas. Por ejemplo, a algunos hombres trans no les gusta el peso que ganan con las hormonas y otros que cantan no quieren que les cambie la voz. La cirugía también es una alternativa bastante costosa (y muy personal). Nadie necesita saber cómo se ve tu cuerpo debajo de tu ropa excepto tú, tu médico y tu pareja.