Thursday 26 November 2015

¡NO HUBIERA PARADA DEL ORGULLO GAY SINO FUERA POR LAS TRANS!





Los disturbios de Stonewall fueron una serie de violentos conflictos entre los agentes de policía de la ciudad de Nueva York y grupos de gays, lesbianas y trans, que se inició durante la madrugada del 28 de junio de 1969, y duró varios días. Se consideran como uno de los eventos más trascendentales de la historia del movimiento de liberación gay, lesbico, trans. La lenta pero consistente apertura social hacia la aceptación y mejor entendimiento de la diversidad sexual que podemos comenzar a ver hoy tiene su origen, en gran medida, en una calurosa noche de verano del año 1969, cuando un grupo de gays, lesbianas, travestis, drag queens y transgéneros decidieron dejar de ser víctimas y empezar a luchar por sus derechos.

 Antes de 1965, la policía con frecuencia registraba la identidad de todos los presentes en la redada, y en ocasiones proporcionaba la información a los diarios para su publicación. Además utilizaba cualquier justificacion conveniente para hacer los arrestos bajo cargos de indecencia, incluyendo besos, estar tomados de la mano, estar vestido “con ropas del sexo opuesto”, e incluso el mero hecho de estar en el bar al momento de la redada.
 John D’Emilio, un destacado historiador, señala que la ciudad estaba en medio de una campaña de la alcaldía y John Lindsay, que iba perdiendo, tenía motivos para pedir una limpieza de la ciudad, en especial los bares. Así convirtió al Stonewall Inn en un blanco fácil porque funcionaba sin licencia de licores, y ofrecía “muchachos escasamente vestidos como entretenimiento e interpuso un elemento no regulado a Sheridan Square”.
El Stonewall Inn era frecuentado principalmente por hispanos, negros, los varones homosexuales, lesbianas y muchos eran trans o drag queens.

  •  el Precinto Seis de la policía avisaba al gerente de Stonewall antes de una redada. 
  • las redadas eran realizadas en general a primera hora de la noche, con antelación suficiente para permitir que el bar vuelva al normal funcionamiento para las horas pico de la noche

El sábado 28 de junio de 1969 por la mañana, poco después de 1:20 horas, la policía irrumpió en el Stonewall Inn, en bar gay del Greenwich Village. 
Mucho más tarde de lo habitual, ocho oficiales del Primer Recinto, de los cuales sólo uno estaba de uniforme, entraron en el bar. Una vez allí anunciaron que iban a detener a las personas que “estuvieran sin identificación, vestidas con la ropa del sexo opuesto, y a algunos o todos los empleados”.

 Entre los abusos que cometía la policía estaba el conocido como “gayola”, que consistía en el cobro de dinero a los dueños y clientes de los establecimientos gays para asegurarles no ser intervenidos. El establecimiento que se negaba a pagar, era intervenido y sus clientes arrestados y sometidos a toda clase de registros indignantes y abusivos.

La policía entró al “Stonewall Inn”, cerró las puertas y mantuvo a todos los clientes dentro del negocio hasta que decidieran lo que iban a hacer. Alrededor de quince minutos más tarde, la policía anunció que dejarían salir a todos aquellos clientes que tuvieran identificación. Los que no presentaron identificación y todas las travestís fueron arrestados. Mientras tanto, ya la voz se había corrido de que “Stonewall Inn” estaba siendo intervenido y una muchedumbre se había arremolinado a las afueras del local.

Según iban liberando a los clientes, la multitud los aplaudía a las afuera y los ánimos empezaron a caldearse. Para ese momento, ya se habían congregado más de 400 personas. Pero lo que detonó la violencia fue el momento en que tres travestis fueron arrestadas y metidas en la patrulla de la policía, junto con el bartender y el dueño. Una de las travestis se bajó de la patrulla y un policía la golpeó y la subió por la fuerza nuevamente. Ahí fue cuando la multitud comenzó a quejarse de que se estaba cometiendo brutalidad policíaca y empezaron a insultar a los policías.



La gente comenzó a tirar monedas a la policía en abierta referencia a la “gayola” y como forma de insultarlos. Pero cuando se terminaron las monedas, empezaron a lanzar botellas, latas, piedras y toda clase de objetos. El inspector Pine y sus hombres se refugiaron nuevamente dentro del bar. Una vez dentro, comenzaron a destrozarlo y a golpear a mansalva al resto de los clientes que quedaban dentro, incluyendo a un cantante heterosexual. La gente destrozó las ventanas del local desde afuera para ganar acceso al interior, donde se encontraba la policía. Alguien empezó a rociar líquido de encendedores para quemar la barra con la policía dentro. Otros arrancaron los parquímetros y comenzaron a usarlos de proyectiles. El grito de lucha era: “Gay power!”.

El inspector Pine ya tenía pensado dar la orden para disparar contra la muchedumbre, cuando escuchó las sirenas de los refuerzos. La Unidad de Operaciones Tácticas, un escuadrón antimotines de control formado originalmente para contrarrestar a los manifestantes contra la guerra de Vietnam, entró en acción y logró inicialmente controlar a la masa de gente. Sin embargo, y contrario a lo que esperaban, la muchedumbre comenzó a reorganizarse a las espaldas de los agentes de operaciones tácticas y los enfrentaron lanzándoles toda clase de objetos. La patrulla de la fuerza táctica llegó para dispersar a la multitud, pero fallaron en dividir a la muchedumbre que logró mantener la resistencia.



Finalmente la escena se fue aquientando, en la primera noche trece personas fueron detenidas y cuatro agentes de policía, así como un número indeterminado de manifestantes, resultaron heridos. Se sabe, sin embargo, que por lo menos dos manifestantes fueron golpeados brutalmente por la policía, y que la multitud estimada en más de 2000 personas luchó contra más de 400 agentes de policía.

Legado
Las fuerzas que estaban latentes antes de los disturbios eran ahora visibles. La idea de comunidad creada por las organizaciones homosexuales en las dos décadas anteriores formó el entorno perfecto para la creación del Movimiento de Liberación Gay. A finales de julio el Frente de Liberación Gay (GLF) se formó en Nueva York y para fin de año se lo podía encontrar en las ciudades y universidades de todo el país. Organizaciones similares fueron creadas en todo el mundo, incluyendo Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Holanda, Australia y Nueva Zelanda.
Al año siguiente, en la conmemoración de Stonewall Riots, el GLF organizó una marcha de Greenwich Village a Central Park. Entre 5000 y 10000 hombres y mujeres asistieron a la marcha. Muchas marcha del orgullo eligieron el mes de junio para celebrar sus desfil, las principales ciudades estadounidenses como Nueva York, Chicago, Houston, San Francisco, Seattle , Minneapolis y Columbus, así como otras ciudades como Toronto, eligieron el último domingo de junio, en honor de Stonewall, para llevar a cabo las celebraciones del orgullo.
El real Stonewall Inn estubo vacante y cerrado durante la mayoría de las años desde 1970 a 1980. Se volvió a abrir después de su primera renovación a principios de 1990. Una segunda renovación a fines del decenio de 1990 trajo nuevas en multitudes a su nuevo diseño. El club se mantuvo popular hasta que la gestión perdió su contrato de alquiler en 2006. La nueva gestión reabrió la última versión de Stonewall en febrero de 2007.
En 2006, en el aniversario de los disturbios de Stonewall, Islandia aprobó una ley de concesión de las parejas del mismo sexo derechos legales iguales a los de las parejas heterosexuales.
Además, las autoridades dejaron de ver a la comunidad homosexual como un grupo de seres marginados, y se dieron cuenta de que eran un grupo sólido y unido que podían hablar con una sola voz y hacerse escuchar. Las políticas gubernamentales de la ciudad de Nueva York, relacionadas con intervenciones policíacas en establecimientos homosexuales, fueron revisadas y enmendadas para lograr un trato más igualitario.
También el activismo de los homosexuales a nivel mundial cobró fuerza y surgieron más organizaciones enfocadas a la lucha por los derechos de gays, lesbianas y trans. Muchas de esas nuevas organizaciones aún están muy activas en la lucha por las causas de la comunidad.
Ciertamente, los motines de “Stonewall” marcaron el momento histórico en que gays, lesbianas y trans hicieron algo más que “salir del closet”. En esta ocasión salieron de años de silencio e hicieron escuchar su voz y su fuerza.
















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